Según informa ABC News, el asesino la ha tomado con los funcionarios de prisiones a los que escupe constantemente lo que les ha llevado a ponerle una máscara cada vez que tienen que trasladarle.
James
Holmes, quien fue llevado al Centro de Detención del Condado de
Arapahoe, se encuentra interno en una habitación de seguridad, con tan
solo un colchón verde, por temor a que se lesione.
Según cuenta «ABC news», el asesino de Denver llevaría puesto una mascarilla en la boca para evitar el lanzamiento de escupitajos a los funcionarios de prisiones como ya habría hecho en varias ocasiones.
Con constantes espasmos en las cejas,
Holmes presentaría claros signos de psicosis después de que la Policía
le pusiera unas bolsas con pólvora en las manos y él comenzara a jugar
con ellas como si fueran marionetas.
Nadie ha ido a visitar aún al joven de 24 años al Centro de Detención, quien presentó una actitud de somnolencia
durante la primera vista del juicio tras su detención. Sin embargo, la
Policía ha asegurado que no le han suministrado ningún medicamento y que
Holmes estaría simplemente «fingiendo».
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